Este producto natural podría ser una importante arma contra la diabetes. En el caso de las personas que padecen esta enfermedad, el glicósido presente en la stevia tiene una acción hipoglucémica, que mejoraría la circulación pancreática, incrementando en consecuencia la producción de insulina y reduciendo la glucosa en la sangre.

Estudios efectuados en 2000 en la Aarhus University Hospital de Dinamarca, sostienen que el steviósido, principio activo de la stevia, induce a las células beta del páncreas a generar una secreción considerable de insulina, que sería de vital importancia en el tratamiento de la diabetes mellitus 2.

La posibilidad de bajar el nivel de azúcar en sangre, la regulación de la glucosa y de los niveles de insulina le ha permitido a la stevia convertirse en el edulcorante por excelencia para quienes padecen diabetes del tipo 2, o sea que no son insulinodependientes.

Sin embargo, en muchos países lamentablemente los médicos diabetólogos todavía no la utilizan como una posibilidad cierta de tratamiento. Los últimos estudios que afirman sus valores terapéuticos, y la comprobación de sus efectos positivos, han permitido que los profesionales comiencen lentamente a ver hoy a la stevia con otros ojos.